Tuesday, December 09, 2008

Otro y otro

Dos arcoíris en una sola tarde, en un mismo momento. Cosa de locos.
Tengo coleccionados varios en la retina, de ahora en más planeo enumerarlos y rememorar esos bellos momentos de 7 colores.

Thursday, November 06, 2008

blú

Hoy ví el azul.
Azul viscoso, suave, empetrolado, lento, enorme. Los ojos me dolían. El pecho me dolía.
Yo no quería mirar el azul pero no pude no hacerlo. Apretarme los párpados fue peor, porque el azul se volvió luz y bailó descontroladamente y caleidoscópicamente. El azul baña o empapa y es frío. El azul también aburre.

El azul nunca cambia, es siempre el mismo.

Friday, September 12, 2008

Una cuerda al aire en un lugar abierto. 36 millones de colores desordenados. Sabores de caramelos masticables. Ojos 1200 ASA. Animales pequeños, gotas de agua turquesa y violeta; roja y naranja. Luces de una marquesina perdida en un km de alguna ruta. Una colección de personas sin jerarquías. Un extraterrestre, papel celofán, un silencio y los más imperceptibles sonidos de un bosque a la noche.

Todo eso envasado al vacío.

Friday, August 15, 2008

Verdades sobre el mundo en el colectivo (2)

Una vez escribí la parte 1 de las verdades sobre el mundo en el colectivo, pero no me acuerdo ni dónde, ni cómo, ni cuando.

He aquí la parte 2 y una revisión de mi propia visión.


El contendido es variable, informe, posiblemente contradictorio y parcialmente descremado

1) No puedo dejar de sentir pena por la persona que queda sola en el asiento que abandono para buscar la comodidad de la ventanilla por otros pagos cercanos. Estoy segura de que la persona se siente indignada, solitaria, ofendida y desmerecida cuando hago esto.

2) Las cosas REALMENTE GRACIOSAS, no deben nunca rememorarse arriba de un colectivo.

3) Es relativamente posible ignorar rostros conocidos y salir impune, siempre y cuando la otra persodna se haga cómplice de la comedia.

4) La libertad nació para hacernos sentir incómodos con la comodidad.

5) La soledad y la melancolía, muy por el contrario del imaginario popular, no son factores determinantes al momento de la creatividad.

6) Habita en mí un ser humano desagradable que pugna por salir y gritarle a la persona que está cómodamente sentada: "¿TE PODÉS BAJAR?"

7) Viajar a las 8 de la mañana produce literatura inútil: No es ni demasiado temprano para dejarse caer en las manos de la ensoñación ni demasiado tarde para estar completamente lúcido.

8) Las palabras LÚCIDO Y LÚDICO son anagramas para bobos.

9) Enunciar verdades no implica que deban concluir con un número redondo, habitualmente el 10. Generalmente las verdades de colectivo terminan en el momento en el que hay que bajarse; ni un minuto antes ni un minuto después.





PARADA

Sunday, July 27, 2008

Sobre el control

Hay vidas que transcurren con intensidad a nuestro alrededor y ni siquiera las notamos. Nuestra vida quizás gira en torno a algo para lo cual solo resultamos una insignificante parte del todo. O tal vez hay algo que gira alrededor nuestro y apenas vemos la punta del iceberg.

Pero es normal, pasa siempre, pasa en la naturaleza, pasa en el espacio, pasa en las películas, pasa en TNT.

No, eso no venía a cuento de nada. No voy a borrarlo igual, no hace falta.

Voy a hablar de una actitud. Una actitud horrible. Una actitud paraguas.

Bueno voy a empezar diciendo que hay determinado tipo de personas cuyo carácter tiende a ser controlador, entendiéndose esto como una cualidad en cierto punto positiva y desde un ángulo relativamente consensuado, una característica deseable y ponderable.

Una persona controladora, y que a su vez mantiene control sobre su ella misma y sus actividades, parece ser asertiva, segura, fuerte y una influencia positiva sobre un entorno inestable.

Quiero desmentir toda esa farsa.

Sobre el control se puede hablar mucho, pero hoy quiero asegurar lo siguiente: El control es temor. Controlar es tener miedo. Es querer preveer lo que va a suceder, creer poder asegurar constatando con la experiencia ajena y propia que algo va a pasar de tal o cual manera, analizando un hecho desde muchas perspectivas.

Repito: el control es miedo. Esa anticipación cobarde, ese enfrentar lo desconocido detrás de un seguro escudo de prevención es algo defenestrable. No hay nada loable en ser una persona que mantiene el control, porque mantener el control es no querer llegar al punto de alcanzar el azar.

El azar es lo desconocido, lo imprevisible, lo malo que nos puede pasar. Alguien que mantiene todo bajo control es una persona que vive aterrorizada de lo que puede suceder fuera del alcance de sus previsiones. Y lo peor de todo es que esa persona va a actuar desde ese miedo y va a buscar de cualquier forma evitar que el azar ingrese en su estructura reforzada con prejuicios y preconceptos.

Los cobardes atacan primero. No esperan la inseguridad de recibir el primer golpe. No van al frente, no van al choque... solo se apuran por golpear y no ser golpeados.

Es normal que siendo una persona que gusta de mantener todo bajo control deshaga inconcientemente algo que el azar puede hacer que arruine. La cobardía impide que la normalidad transucrra y me propongo sin pensarlo, sin poder evitarlo, cortar por lo sano. El famoso efecto paraguas que me obliga a prepararme para algo que no sé que puede ser.

Voy a ser quien se defienda de algo que no sucede para no dejar lugar a fallas o errores.

La cobardía y el control van de la mano...

Y sin embargo, por qué preocuparse pensando que la cobardía deba ser un defecto? Nos equivocamos tantas vecesy ya es demasiado tarde para juzgar actitudes.

Tuesday, July 01, 2008

Hay momentos en los que una persona está sola.
Sola, sola, sola sola.
Rodeada de gente y sola.
Rodeada de amigos y sola.
Con su familia y sola.

Sola, sola, sola, sola.


Y frágil como una burbuja en el pasto.

Tuesday, May 20, 2008

Milagro

Luz. Silencio. Luz. Silencio. Más.
Luz. Silencio. Un rugido.

Finalmente, la lluvia.
Miles de dedos golpeteando las ventanas. La gente huyendo de la amenaza infantil, del peligro de terminar muerta en el campo de batalla. Y lo peor de todo, mojados.

Es un terror al agua porque todos nos hicimos gatos de repente. Y como gatos nos desplazamos ágilemente y trepamos paredes, árboles; arañamos a la gente, a esos otros gatos que se escapan como nosotros en la lluvia.

La ropa es más pesada cuando se moja.

Las lágrimas no se notan cuando llueve.

La lluvia es un milagro cuando no se instala eternamente.

Saturday, May 17, 2008

bajo violeta

Los pensamientos. Las ideas. Los colores. Los olores. Los sentimientos. Los amores. Los amigos. La tristeza. Los valores. Las acciones. Mis palabras. Tus palabras. La textura de las hojas caídas. La humedad. La tierra. El pasto. El color de mi pelo. El sabor de los labios. Las frutas de estación. Las miradas ajenas. Las arrugas de una cara. Los malos entendidos y las malas interpretaciones. Lo que ya no me importa y lo que no me importaba. Las fotos. El agua. El café caliente. Los defectos.

Una persona.

Todo cambia.

Tuesday, April 29, 2008

Rosado

Hay un pedazo de piedra transparente que me prometió cosas muy buenas. Voy a creerle un poco, se ha ganado el beneficio de la duda, el "inocente hasta que se demuestre lo contrario".

Yo la voy a cuidar y esperar reciprocidad. No voy a forzarla a que haga magia.

Tuesday, March 25, 2008

Laburo de hormiga

Ya no significa lo mismo la palabra fascinación. No podría decir si tiene que ver con la madurez de uno o con los tiempos que corren.

¿Qué era la fascinación?

Era poder acostarse en el pasto y mirarlo fijamente por un rato. Yo no sé cómo, pero uno se salía de su cuerpo y se convertía en un ser pequeñito que se paseaba por entre enormes plantas jurásicas. Y aguzaba la vista, como si pudieran ser visibles a los ojos los poros de la tierra seca.
Definitivamente, una de las mejores situaciones para caer fascinado/da, era el momento pre sueño (o lo que científicamente se conoce como vigilia), momento en el cual los sentidos andaban jugando a quien es más fuerte y empezaban a engañarnos o a decirnos las verdad. Pongamos como ejemplo a las amigables lucecitas del techo. Se movían, bailaban, se volvían formas, nos daban miedo, nos agredían.

La vigilia siempre fue una amenaza constante y aún hoy lo sigue siendo. Es uno de los momentos en los que somos más vulnerables. Le temo a la vigilila y pobre del que intente aprovecharse de mi conciencia mientras la sufro.

La fascinación por las personas. El amor de la infancia probablemente sea el más incondicional que existe, el más sincero y el más cruel. No hay límites, no hay barreras, no hay nada que impida que idolatremos a una persona ideal. Es un poder casi mágico. Es mirar una foto por horas y poder imaginarse ahí, en ese lugar, de determinada forma y con determinado gesto. Es una fascinación profunda. Luego, es muy dificil que vuelva a ocurrir. Empezamos a aprender que las personas son de carne y hueso, y que las barreras las creamos nosotros mismos sin darnos cuenta de lo absurdas y evitables que son. Eso fue un "echarme en cara las cosas sutilmente".

La fascinación por todo lo esponjoso, todo lo viscoso, todo lo brillante, todo lo colorido, todo lo que se mueve, todo lo que hace ruido... qué hermoso todo eso... qué triste no poder recuperarlo tal cual. Yo no quería perder esas cosas, lo juro. Las cambié por cosas que ya no quiero.

Monday, March 24, 2008

mañana

Una mañana después de un no sueño brilla el sol suavecito y sin calor. El mundo es amable y hostil a la vez, y caminamos con dificultad por calles húmedas de Buenos Aires. No quedan muchos colores dando vuelta y el algodón de los oídos disimula el violento rugido de los colectivos. Son monstruos que pasan con números equivocados. Podemos esperar años bajo un poste infeliz, con el silencio a pleno en nuestras gargantas.
No nos queda nada del pasado de hace horas pero no importa; de cualquier forma es un pasado volátil del que no nos hacemos cargo ni nos interesa hacerlo. Empezamos a respirar por primera vez en mucho tiempo y nos damos cuenta de nuestro cansancio y del dolor en las plantas de los pies. Parece que nuestros talones tienen almohadas, pero no son cómodas.
Todo está fuera de lugar: las palomas, los perros, los bebés, las estatuas, los edificios, los autos, los puestos de diario, los kioscos, las bicicletas, las bocas de subte, el rocío.
Pasa el tiempo eterno y empiezan a asomarse los esquivos colores, pero ya no los queremos: ofenden los enrojecidos ojos y vibran de manera agresiva. Son duros, opacos y agresivos.
Me acuerdo de los colores translúcidos del vidrio, del celofán y de la luz; de los colores desteñidos de una foto vieja; de los caramelos y chupetines de mazapán... no me entienden, no saben por qué razón abrí la boca para expulsar sinsentidos. Pero esos son colores.

Tuesday, February 26, 2008

Cajita bis

Dice la Wikipedia... "Alec Templeton, un avido coleccionista de cajas de música y musico profesional, notó que el tono de las cajas musicales no es acorde a algún instrumento musical."

No quiero confiar en algo que no pone acentos, pero no puedo mas que sorprenderme con este dato. Quién sabe, quizás esa sea la misteriosa clave de por qué las cajas de música son objetos tan especiales. Aclaro: hablo de esas cajas de música viejas, esas que eran a cuerda, con el tamborcito de metal que giraba y giraba raspándose contra un cepillo también metálico para emitir melodías de forma inexplicable. Bueno, sí es explicable y hasta entiendo lo que pasa, pero prefiero hacerme la tonta y pensar que es pura obra de una fuerza sobrenatural que puso las cajas de música un día sobre la faz tierra. Ustedes, imitaciones chinas baratas a pila, ustedes no pueden llamarse cajas de música.

Lo que positivamente me emociona de estos objetos preciosos es la diversidad de melodías que ofrecen. Rarezas, piezas poco habituales y hasta desconocidas. También las hay de música clásica, pasando desde un millón de horrendas versiones de Para Elisa (que tanto me torturan cuando me ponen el llamado en espera) hasta los más bellos nocturnos de Chopin. No sé, tal vez no los más bellos, conozco pocos nocturnos de Chopin. Conozco un sólo nocturno de Chopin. No sé si es de Chopin. No sé ni como se pronuncia bien Chopin.

Tengo la felicidad de poseer el alma de una caja de música. Love is a many splendored thing, me canta en silencio. Ray Charles un poroto al lado de la emoción que me produce escuchar el suave tintineo de las notas a medida que gira esa maravilla, depositada en mi vida en un momento en el que cada cosa era especial, era sensible y dejaba un recuerdo, un aroma y un color precisos.

No puedo olvidar como era tenerla entre mis manos. Y ya no está.


www.flickr.com/caruchoix

Wednesday, February 20, 2008

El ser humano es un animal de costumbres

Bienvenida sea la anestesia cuando llega. Bienvenida esa calma que te da la seguridad. Sea una seguridad positiva o negativa, es la bendita estabilidad que llega...

El saber que un no es un no y no un tal vez o un quizás me da una horrible sensación de quietud que hace mis días soportables. Lo más desagradable puede que sea el seguir corroborando como la soledad me arrastra a la cobardía y que la cobardía me lleva a la nada, esa nada que se vuelve esta famosa anestesia.

Y de la nada siempre sale una chispa, que al menos me lleva a arrojar palabritas sueltas.

En un tren garabateé unos trazos...

Algo dejó, algo especial, diferente. Me empapó en nostalgia y desenterró objetos hundidos en mi. Me enseñó a añorar y yo no sabía que había una escuela de la añoranza, con sus reglas y definiciones. Se volvió añoranza. Todo fue descubrir, sacudir, empañar, romper, reparar y olvidar. Pero el construir fue imposible, casi tanto como el predecir, clasificar o leer. Dejó de ser una ciencia en todo momento y nunca pude someterlo a métodos de estudio. Tampoco quiso aprender... no hay nada que sobre para aprender.

Ahora que sólo queda un eco, voy a capturarlo y guardarlo con cariño, meterlo en un frasco con otros ecos que se fueron erosionando hasta no ser nada, hasta que pueda apreciar todo lo que dejó con sinceridad y no se vuelva una excusa mentirosa para pasear por mi cabeza. Y cuando eso pase ya no le voy a escribir palabras ni negar secretos. El ciclo puede repetirse mil veces más, que ya voy a estar acostumbrada.


No se parecía mucho eso a lo que escribí, pero por qué no habría de modificar mis propias palabras mientras exista el delete o el supr en mi teclado?