Friday, January 26, 2007

And so peaceful until...

El título del post es una parte de un tema de Björk, que se llama It's oh so quiet.

Es lo primero que me vino a la mente cuando me puse a escribir, porque estaba pensando en el silencio y en todo lo que esa palabra significa. Silencio, es un término recurrente en mi blog, lo uso muy a mendudo cuando escribo porque principalmente es lo que me impulsa a escribir. Escribir es como romper un silencio interno, propio y personal, es un quebrar el hielo conmigo misma y dejar escapar un poco de presión mental.

Pero últimamente estoy pensando en el silencio ajeno, algo a lo que no estoy acostumbrada y a lo que no sé como reaccionar. ¡Es insoportable! Por primera vez voy a hablar de alguien sin ocultar mis intenciones detrás de palabras opacas, como la mayoría de las veces.

¿Qué lleva a una persona a mantenerse indiferente? No lo sé, si lo supiera no estaría escuchando este silencio que no se cuánto va a durar. Lo único que sé es que esta vez no voy a esperar como siempre hasta enfriarme y disfrutar de un orgullo que no me da nada... Ojalá ésto no estuviera escrito y hallara un camino hacia esos oídos que esperan que responda silencio con silencio.

Wednesday, January 24, 2007

Un día con Max Demian

Cada tanto se me cruza por la vida una llamada de atención. Puede ser por un libro, una película o una melodía; algunas veces es una persona. Y esa llamada de atención no es algún tipo de revelación o impresión nueva, sino algo que me muestra un poco más de mi misma a medida que pasa el tiempo, algo que me turba y me altera, algo que ya sé o que creía saber y que en coincidencia con el pensamiento ajeno me conmueve profundamente.
Todos tenemos algo parecido, algo en lo que pensamos que estamos solos y somos únicos en poseerlo, algo que nos parece una ocurrencia genial o algo que no nos atrevemos a decir porque nos parece absurdo, estúpido pero al fin y acabo único.
Mi propia sensibilidad me hace exagerar el sentimiento que se genera cuando se dan estos ecos de mi propio pensamiento en el pensamiento ajeno y durante unos días me siento herida sin razón, algo se desgarra y en lugar de hacerme feliz, estos descubrimientos me hacen sentir bastante triste. No puedo profundizar en estos pensamientos, nunca podría hacerlo por motus propio y en eso debo admitir que soy muy cobarde y sufro de pánico a la exposición, al igual que los millones de personas que eligen escribir un blog en lugar de abrirse a los que lo rodean por miedo a no ser entendidos.

A veces me da la impresión de que cambio de discurso pero siempre digo lo mismo con otras palabras. O no sé, quizás me estoy acercando cada vez mas a lo que quiero decir o a lo que realmente siento. Tengo una estúpida necesidad de explicarme por lo menos hasta mover alguna fibra en algún otro espíritu, así que no importa lo que escriba ni cuantas veces lo escriba no voy a dejar de escribirlo hasta que pase.

Sólo una vez sucedió, una vez una persona me dijo exactamente lo que pasaba por mi cabeza y debo admitir que me asustó y me inquietó demasiado.